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Juan Cantero, uno de los principales imputados por la sedición policial en Sáenz Peña.
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El requerimento de instrucción presentado este martes por un equipo de fiscales Federales, en el marco de la sublevación policial de diciembre, tiene un capítulo especial dedicado a los hechos acaecidos en Sáenz Peña.
Allí se detalla el accionar de los uniformados involucrados
en la revuelta, la que tiene como actor principal al comisario Juan Cantero,
hoy imputado por sedición e incitación a la violencia, junto a su mujer, la
abogada Elena Irrazabal.
El requerimiento de instrucción presentado el martes ante el
Juez Carlos Skidelsky apunta a 99 personas de protagonizar los delitos de
sedición e incitación a la violencia colectiva, agravados por la
"ultrafinalidad de aterrorizar a la población". Entre los acusados
hay agentes policiales, del servicio penitenciario provincial y civiles.
El escrito, disponible en Fiscales.gob.ar, se dividió en
secciones jurisdiccionales. Una primera implicó los hechos ocurridos en
cooptación sediciosa a la División 911 y División de Atención a la Mujer en
Sáenz Peña. La segunda se circunscribió al acuartelamiento o alzamiento
correspondiente al Complejo Penitenciario II de la ciudad Termal. Y la tercera,
corresponde a los hechos acontecidos en Resistencia. En una primera parte,
CHACO DIA POR DIA publicó lo ocurrido en la capital provincial. Ahora, detalla
lo acontecido en la ciudad Termal.
En la División
911
De acuerdo al requerimiento judicial, a las 19, el Comisario
Cantero, irrumpió en la División 911 de Sáenz Peña junto a un grupo de
aproximadamente 70 personas. A viva voz, transmitió el reclamo que al gobierno
provincial por mejoras salariales, utilizando para ello pancartas y bombos. Al
mismo tiempo, le exigió al Jefe de dicha División, Marcos Scarpellini que
permita al personal de la unidad a su cargo adherirse al reclamo, permaneciendo
en dicho lugar durante varios minutos. Luego se retiró. Durante su permanencia
en ese lugar el grupo de manifestantes que lo acompañaba obstaculizó el ingreso
al galpón de la dependencia.
A las 20, Cantero apareció en la Sala del 911 desde donde
pidió al operador de turno que a través de la radio requiera a todos los
móviles en servicio que bajaran hasta ese lugar. Ante la negativa del operador,
Cantero tomó el equipo oficial y pidió a los móviles que bajaran hasta ese
lugar, manifestó que el beneficio "era para todos", que no hacía
falta que den la cara y que bajen por lo menos 5 minutos.
Los fiscales afirman que junto a Cantero se encontraban los
sargentos Miguel Ramirez y Ricardo Maciel, quienes también modularon a través
del equipo de la dependencia, identificándose con nombre, jerarquía y
manifestando que no se trataba de un acto de servicio, sino que la convocatoria
perseguía que los móviles se plieguen a la protesta.
Tras la convocatoria, varios patrulleros que en ese momento
estaban en servicio llegaron hacia la sala del 911. Asimismo el sargento
Ricardo Maciel, quien se encontraba uniformado, se sumó a la protesta y habría
incitado a través del equipo de radio de la Sala 911 al resto del personal en
servicio a sumarse, "desatendiendo cada uno de los nombrados las funciones
que les son propias y generando con ello una situación de inseguridad",
señalaron los fiscales.
Al mismo tiempo en que se efectuaba esta convocatoria, en
Sáenz Peña ya se observaban movimientos y se contaban con datos precisos acerca
de la posibilidad de saqueos en el supermercado "Chango Mas", lugar
al cual acudió la fuerza aunque desprovista del personal necesario para hacer
frente al elevado número de personas que se encontraban en el lugar llevando a
cabo los saqueos.
"Esta situación fue replicada en cada una de las
comisarías, unidades y dependencias policiales de la localidad de Sáenz Peña al
encontrase con una dotación de personal y equipamiento insuficientes para hacer
frente a los delitos que se estaban cometiendo, como también el comportamiento
deliberado de algunos funcionarios que en el momento de mayor tensión no solo
no actuaron, incumpliendo sus funciones sino que en algún caso, como ser en el
del personal de investigaciones, asumieron un rol absolutamente activo concurriendo
a los lugares donde existía conflicto aunque no para cumplir su función sino
para convencer a los funcionarios allí presentes de que se sumen a la protesta
y abandonen su servicio", advirtieron.
Tras el episodio de la División 911, se conformó una
caravana que se dirigió hasta las instalaciones del Complejo Penitenciario. La
columna llegó a las 21.35. Permanecieron en el lugar durante un lapso breve.
Luego se retiraron. Dos días antes, ya se había iniciado la protesta de
penitenciarios, la que encendió la mecha en la provincia, la cual hasta ese
entonces no había sido afectada por las sublevaciones que se estaban dando en
todo el país.
División de la Mujer
La caravana de Cantero continuó su recorrido militante hacia
la División de la Mujer, la cual estaba a cargo de la comisario Adela del
Carmen Escalante. El comisario llegó acompañado por los abogados Martin
D'Alessandro y Virginia Irrazabal (esposa de Cantero), personas de civil, otros
funcionarios policiales, patrulleros y policías autoconvocados que se
desplazaban en moto.
En ese momento, ante la presencia de estas personas,
personal de la dependencia se dirigió hasta el frente para ver qué ocurría.
"Adela, vamos. Estamos a un paso de conseguir lo que queremos, súmate a la
protesta. Vamos, chicas, acá tenemos abogados que las van a defender", le
habría dicho Cantero a la titular de la División de la Mujer.
Los abogados D´Alessandro e Irrazabal participaban en la
tarea de convencer a la comisario Escalante "Sumate, Adela. Estamos toda
la familia, es un reclamo para todos", le habría dicho la esposa de
Cantero. Al mismo tiempo, desde los patrulleros que conformaban la caravana,
gritaban para que se adhirieran a la sublevación.
Los fiscales aclararon que la actitud de Cantero, "no
consistía en una simple invitación, sino que insistía en todo momento para que
el personal de la división se sumara a la protesta, al punto tal que aquello
que en un primer momento pareció ser el resultado de una convocatoria efectuada
en forma pacífica en el intento de convencer voluntariamente a dos agentes
mujeres, quienes subieron a uno de los patrulleros, fue en realidad el
resultado de un comportamiento compulsivo ya que las agentes antes citadas
subieron al patrullero en cuestión contra su voluntad. Esta situación pudo
conocerse luego de trascurridos aproximadamente 40 0 50 minutos cuando
regresaron hasta la unidad y manifestaron que Cantero las había obligado a
subir, agarrándolas del brazo, como también que los demás policías no le
permitían bajar, y agregaron que en ningún momento se quisieron plegar a la
medida, sino que las obligaron, razón por la cual cuando llegaron con la
caravana hasta a la comisaria primera, se escaparon sin que las vean, y
volvieron caminando, informando a su superior lo que había ocurrido",
indicó.
Complejo Penitenciario
Provincial
En el Complejo Penitenciario de Sáenz Peña, la protesta
comenzó en la mañana del 8 de diciembre cuando un grupo aproximado de 26
agentes y sub oficiales hicieron abandono de su trabajo y se dirigieron hacia
el frente del penal en señal de protesta por pedido de aumento salarial.
Dicha actitud continuó a pesar del pedido efectuado por el
sub director del Complejo, Ariel Bagatoli quien se encontraba como jefe de
turno durante ese fin de semana. Bagatoli les hizo saber que ello podría acarrearles
consecuencias judiciales y administrativas graves.
A las 10.30, el pedido para que depusieran su actitud y
retomaran el servicio fue efectuado por el director del penal, Juan Pedroza. La
respuesta fue negativa. Ante esto ordenó que entregaran el equipamiento de
servicio, como ser escopetas, chalecos, cascos, radios y linternas. Accedieron al pedido, aunque no hicieron
entrega de las llaves de acceso a alguno de los módulos. Para poder continuar
con las actividades propias del penal, tuvieron que romper los candados para
que lo presos pudieran salir al lugar de visitas.
A las 11.30 se hizo presente el Director del Servicio
Penitenciario, Jorge Ibarrola, quien mantuvo una reunión con el personal que se
hallaba con la medida de fuerza. Luego del encuentro, cuatro de ellos
desistieron de la medida y regresaron a sus puestos de trabajo. Los 22
restantes continuaron con la protesta para lo cual se apostaron en el frente de
la unidad, dentro del predio, donde permanecieron hasta la noche del 9 de diciembre.
Durante su permanencia en el lugar el personal que ingresaba
a tomar su turno era hostigado para que se plieguen a la medida de fuerza. Como
resultado de ello lograron sumar la cantidad de 47 uniformados.
De acuerdo a los fiscales, quienes comandaban el grupo y
cumplían funciones de llevar adelante la medida manteniendo conversaciones,
presentando escritos, intermediando con abogados "fueron los agentes
Walter Molina y Walter Edgar Sandoval, el cabo Darío Ponce y Borda".
"La medida de fuerza llevada adelante por estos
funcionarios, repercutió en forma directa en las actividades diarias del
complejo, sobre todo teniendo en cuenta que su inicio coincidió con el día de
visitas con que cuentan los internos alojados en la unidad, actividad que de no
realizarse traería aparejadas consecuencias por parte de los internos, razón
por la cual debió convocarse a aquellos funcionarios que se encontraban de
franco", indicó el equipo fiscal.
El 9 de diciembre por la mañana, se hizo presente Cantero,
junto a su esposa y otros dos abogados. Desde el sector perimetral externo se
entrevistó con los penitenciarios Molina, Ponce y Sandoval y luego se retiró.
El mismo 9 de diciembre, pero a las 21.35, volvió al
Complejo. Esta vez encabezando una caravana de vehículos, liderada por un
patrullero policial de la comisaría 4ta, en cuya caja lo hacían un grupo de
aproximadamente 15 o 20 personas. Algunas estaban con uniforme policial con
bombos, pitos y elementos de pirotecnia que eran lanzados al aire. Dicha
caravana estaba conformada por patrulleros policiales y vehículos particulares,
estacionándose frente al portón de acceso al penal.
Al llegar, Cantero descendió del vehículo, junto a otros
funcionarios policiales entre los que se encontraba el oficial Hermindo Vivero,
se acercó al portón y mediante gritos manifestó que iban a ingresar. Lo
acompañaban un grupo de 60 a 80 personas. Se produjo un forcejeo entre estas
personas que intentaban abrir el portón y el personal penitenciario que desde
el interior resistía, resultando afectado el portón en una de sus hojas como
consecuencia del forcejeo.
"Esta actitud fue mantenida a pesar de la advertencia
dirigida por el Jefe del Penal, Comisario Pedroza al comisario Cantero para que
no ingresaran y que se retiraran del lugar, dado que en ese momento existían
tres módulos al borde de inicio de un motín, y que si se producía un desorden
con motivo del ingreso de los manifestantes, más el reducido grupo de guardia
existente, esta situación sería aprovechada por los internos para producir
consecuencias graves", señalaron los fiscales.
"Sin embargo Cantero alentaba al personal penitenciario
que se encontraba protestando para que dejaran el penal y subieran a los
vehículos. Finalmente se logró que se distanciaran para poder dejar salir al
personal que se plegaba a la protesta, haciéndolo un total de 47 funcionarios
los que se retiraron junto a estas personas, dirigiéndose hasta dependencias de
División Atención a la Mujer donde se produjeron los hechos descriptos en el
acápite que antecede. Cada una de las circunstancias señaladas, se encuentran
suficientemente documentadas en cada uno de los informes y prueba documental
acompañados por las autoridades del servicio penitenciario de la provincia y
del gobierno provincial", acusaron.
Publicado en CHACO DIA POR DIA, el 6 de febrero de 2014.